Emanuel Soriano, es en estos momentos, uno de los jóvenes talentos cuya labor en la escena local
promete. Actor de teatro, cine y televisión, el artista brilla con luz propia.
En Crónica de una muerte anunciada, la puesta en escena que actualmente se
puede ver en el Teatro Británico, asume el rol de Santiago Nasar, el único que
ignora que está condenado a morir. En las siguientes líneas sus puntos de vista
en torno a su protagónico y la pieza teatral. Allí va.
-Antes de
asumir el papel de Santiago Nasar, ¿conocía la historia?
-Sí,
leí el libro de Gabriel García Márquez en la Universidad. Como sucede en la
totalidad de sus libros, Crónica de una muerte anunciada, es una de esas
historias que te atrapan de principio a fin.
-¿Se identificó con su rol?
-Con
algunas pasajes sí y con otros no. Me agrada el hecho de su vitalidad frente a
la vida. Creo que hubo una injusticia en torno a su muerte, es la parte que no
me agrada.
-¿Por qué le
pareció injusta su muerte?
-Por
qué no se hizo nada para evitarlo. Todos en el pueblo sabían que moriría pero
nadie se conmovió. Su muerte es producto de una acción social injusta.
-¿Qué le
pareció la adaptación de Jorge Alí Triana?
-¡Muy
buena! La adaptación para el teatro es rápida, fresca, lo cual te atrapa. Después
de leer el guión de la obra me pregunté: ¿se podrá entender esto en el
escenario?
-¿Qué pensó
después?
-Después
de los ensayos y la familiarización con la puesta en escena me dije: “quedó
bella”.
-¿Qué le
impresionó de la puesta en escena?
-En
concepto de la escenografía. La plaza de toros es un elemento valioso en la
obra. Igualmente todo lo referido a la musicalización. El coro es importante y
le da mucho sentido a lo que ocurre en esta “especie” de plaza de toros en
donde todos saben lo que va a ocurrir menos Santiago. La obra está bien
hilvanada y el final es contundente y el concepto mágico y religioso que le
pone Jorge Alí a la obra de Gabriel García Márquez es bello.