Su poemario "Bacante" ganó recientemente el Primer Premio del Festival de Poesía de Cartagena de Indias de Colombia
Escribe todos los días. Sigilosamente
guarda sus poemas en una bitácora digital. Por sugerencia del nobel Mario
Vargas Llosa, este ejercicio lo lleva a cabo religiosamente desde hace seis
años. Durante todo este período ha publicado cinco libros de poesía y uno de
narrativa. Todos ellos hablan de sus vivencias.
Temas como naturaleza, la familia, el
amor, el erotismo y la sensualidad, son recurrentes en su lírica. En enero 2015 publicó "Una mujer con un sol en el vientre", editado por la
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla de México.
Últimamente publicó “Bacante”, poemario de corte erótico que
el pasado febrero ganó el Primer Premio del Festival de Poesía de Cartagena de
Indias de Colombia. Asimismo, es la única poeta latinoamericana que figura en la Antología
Poetas Siglo XXI. También forma parte del Comité de Escritoras del Pen
Internacional.
Para charlar al respecto, Lima en
Escena contactó con la poeta Patricia Temple.
-Patricia, tenemos entendido que el nobel Mario Vargas Llosa te aconsejó
escribir poesía todos los días a propósito de leer uno de tus poemas en una
muestra de fotografía…
-Sí, una anécdota audaz y aterradora. Hace seis años atrás, una amiga querida
organizó una muestra colectiva de fotos en donde participó Morgana. Mi amiga me
solicitó un poema sobre la locura para presentar la exhibición. Escribí en diez
minutos. El día de la ceremonia de inauguración llegó Mario Vargas Llosa en
compañía de su hija Morgana. No dudé ni un instante en acercarme a él. Cuando
lo saludé me tomé la licencia de invitarlo al espacio en donde estaba el poema.
Necesitaba saber si tenía talento o me dedicaba a otro oficio. Sabía de su crítica mordaz. Leyó el poema, volteó
hacia mí y con una seriedad casi militar me ordenó escribir todos los días y lo
repitió tres veces. A partir de este sabio consejo del nobel cumplo con su indicación
sin fallar. Fruto de todo este trabajo con la escritura he publicado seis libros: cinco de poesía y uno
de narrativa.
-Hagamos un periplo sobre el oficio de la escritura. ¿Cómo se produce tu primer
poemario?
-Durante el verano del 2010 corría de
madrugada. Lo hacía desde la Av. Salaverry hasta el malecón de Miraflores. Me
fascinaba contemplar la llegada de la aurora. El alba, la fragancia de las
plantas... Es impresionante observar este
instante mágico en el que el mundo cobra vida. Fragancias, luces,
sensaciones, el mar y los abismos. De toda esta experiencia hablo en el libro
“Una mujer corre por el malecón”.
-Después presentas “La niña que gobernaba la
noche” … ¿Qué nos puedes decir sobre este poemario?
-Este segundo poemario se agotó. Este
libro contiene poemas dedicados a mi familia. Es un tributo a aquellos seres
fundamentales. Te hablo de mis hijos, mi hermana Inés Temple, la hermana de mi
esposo Marita Prado, entre otros. Si
bien es un poemario íntimo, personal, familiar, también figuran otras
temáticas.
-Después incursionas en la narrativa y la Benemérita Universidad Autónoma
de Puebla te publica “Cimarrona”, interesante novela breve sobre mujeres
libres.
-Este libro surgió poco después que me
hija me comentó sobre su divorcio. Justamente tenía su edad cuando pasé por la
misma experiencia. Decidí divorciarme antes de los 24 años y automáticamente todas
las puertas se me cerraron. Las grandes amigas me dieron la espalda. Me dejaron
de convocar a las reuniones sociales. El ambiente se tornó tan agresivo que me
volví una paria. Me mudé a Barranco. Mi vida cambió. Empecé a trabajar en el
área de Relaciones Públicas y Promoción Cultural de la Universidad de
Ingeniería. Durante esta etapa organicé una serie de eventos culturales. Participamos
en la Semana de Integración Cultural Latinoamericana – SICLA, durante el primer
gobierno de Alan García. Me encargué de convocar a Silvio Rodríguez, Pablo
Milanés, Sara Gonzales, entre otros músicos de la Región para su presentación
en el estadio de la UNI. Una experiencia extraordinaria y feliz fue trabajar en
esa universidad.
-Podríamos afirmar que “Cimarrona”, es un
libro en el que haces un homenaje a la mujer en sus diversas facetas…
-Sí, es la historia de siete mujeres. Cada
una de ellas sumergidas en universos de libertades y tormentos. Fuera de la
opresión social y familiar. Cuento la historia de una mujer árabe que ama a su
jardinero. Hablo de una judía hábil para los negocios. También relato la
historia de María, una revolucionaria argentina. Son historias de mujeres
emancipadas.
-Posterior a esta novela corta nuevamente te insertas en la lírica con “La casa del silencio”, ¿no?
-Así es. Este libro nos ofrece algunas
pinceladas de poesía erótica, tema que cuajé y concreté en Bacante, mi reciente
libro. La casa del silencio lo escribí en un hogar de reposo. Estuve internada
a propósito de una honda depresión. En este espacio tenía más tiempo para
escribir y volqué toda mi desolación en este poemario. Fue una experiencia
creativa y dura. Recuerdo que el periodista Pedro Escribano comentó: “no sé nada de Patricia Temple pero este
libro es poderoso”. El tiempo que dediqué a este libro es un reflejo del
dolor, de la soledad que me atormentó durante
este período.
-¿Cómo batallas con tus estados de desolación, de depresión…?
-La escritura me ayuda enormemente. Escribir
me permite encontrar paz, sosiego, felicidad.…
-Tengo “Bacante”, tu nuevo y sexto libro en mis manos y
observo una sugestiva incursión en el tema erótico…
-Bacante es una oda a la sensualidad,
al amor y en especial al goce. Es un paraje jubiloso. Son vivencias en
libertad. Es un poemario transgresor. Es tiempo que las escritoras nos liberemos
y nos expresemos sin tapujos. Carmen Ollé inició el proceso y la admiro
profundamente. Este libro es un humilde y pequeño homenaje a la gran escritora
que es Ollé.