“La verdadera
grandeza se manifiesta en muchas otras personas que manteniendo un perfil bajo,
incluso anónimo, sin presencia en los medios, sin facebook ni otras redes
sociales, hace una labor humana inmensa”, dice la autora en la siguiente
interviú
Fotos: Rosana López Cubas
Hace poco, la antropóloga, escritora y editora cusqueña
Karina Pacheco Medrano, unas de nuestras narradoras peruanas más relevantes,
presentó en el hermano país de Guatemala, “El bosque de tu nombre” (CequesEditores), su última novela, cuya trama de ficción nos acerca a una violenta
Guatemala de las décadas del 50 y 60.
Este periplo por el país centroamericano culminó con su
visita a la Feria Internacional de Guadalajara (México), evento en donde
presentó Cusco, espejo de cosmografías (Ceques Editores), antología de cuentos
de reconocidos escritores españoles y latinoamericanos en el que participan 16
narradores entre quienes destacan: Gabriela Alemán, Claudia Amengual, Jacinta
Escudos, Leila Guenther, Javier Cercas, Edmundo Paz Soldán, Andrés Neuman, Juan
Gabriel Vásquez, entre otros.
Precisamente, para charlar sobre estos temas, Lima en
Escena fue en su busca.
-Una de las novelas más relevantes sobre las
implicancias sociopolíticas de una dictadura militar y en consecuencia la
cruenta violación de DDHH ha sido “El bosque de tu nombre”. ¿Cuál ha sido el
periplo de este importante libro en este 2014 que ya fenece?
-El libro ha vivido un intenso primer año desde su
publicación; aunque también fue muy intenso el proceso de creación y
revisiones, que empezó en 2009. El lanzamiento se hizo en Lima, en diciembre de
2013 y pocos días después hicimos una presentación en el Cusco, que fue
bastante fuerte, pues tres amigas actrices ofrecieron una performance
estremecedora a partir de algunos fragmentos de la novela. A partir de ese
momento se fueron publicando numerosas notas y reseñas y esto motivó a que en
marzo me invitaran a presentarla en la FIL de Trujillo y en abril en la FILZIC
del Norte de Chile. En mayo, como parte de la comitiva de autores peruanos
invitados a la FILBO de Bogotá, presenté la novela allá.
Luego han seguido
saliendo nuevas notas y reseñas y he podido participar en varias mesas de
discusión sobre narrativa de la violencia en América Latina. Finalmente, la
presentación más significativa se dio el pasado 24 de noviembre, al fin en
Guatemala. Me alegra y alivia mucho que “El bosque de tu nombre” ya empiece a
circular en Guatemala y espero que prosiga circulando entre nuevos lectores y
espacios.
-Estas temáticas deben ser visibles en la ficción
puesto que este tipo de horrores sociales siguen vigentes. Lo que acaba de suceder
en México con los estudiantes es un claro ejemplo. ¿Por qué es vital que el
artista se manifieste sobre estos hechos a través de sus obras?
-Cada artista y autor expresa lo que más le mueve la
entraña, la creatividad, la reflexión. En este sentido, no se trata de que
todos deban pronunciarse en sus obras sobre temas sociales; pero sin duda a
casi todos nos sacuden los hechos violentos o corruptos que atentan contra
nuestra nociones más básicas de respeto a la vida y a la convivencia social. A
algunos autores estos temas –y la conmoción que nos suscitan- nos mueven a dar
respuestas o crear formas a través de lo que mejor sabemos hacer. Y esto puede
ser por medio del cine, el documental, la pintura, la escultura, la poesía, la
música, la narrativa…
A mí el caso guatemalteco me remecía; no solo por las
cotas de violencia e impunidad que allá se desataron, sino porque en medio de
las investigación, descubrí que muchos de los manuales de la violencia
aplicados por otras dictaduras de América Latina en los años 70, fueron
aprendidos y practicados antes en “el laboratorio guatemalteco”. En la novela,
que no deja de ser un thriller que se abre a continuas vueltas de tuerca, se va
narrando también esa historia, que lamentablemente no fue ficción.
-Desde tu mirada de
antropóloga, ¿cuál es la importancia de denunciar este tipo de violaciones a
los DDHH a través de la ficción?
-Las Ciencias Sociales son muy valiosas para analizar
realidades políticas, económicas, culturales, y su exposición de los hechos
aplica un lenguaje más conciso y susceptible a ser comprobado; eso es muy
importante; pero ese lenguaje suele alcanzar a un público limitado, el de los
especialistas. La literatura de ficción, al expresar historias a través de una
narración que permite volar con la imaginación, y a través de tramas y
personajes que parecen tocarnos, tiene la posibilidad de acercar esas historias
a un público mucho más amplio, y hacer que este, aun sabiendo que es una
ficción, pueda visibilizar, e incluso sentir esos hechos como si los estuvieran
experimentando en sus vidas. La reflexión, emoción o conmoción que despierta la
lectura de un cuento o novela tiene esa magia. Y muchas veces es a partir de
una historia de ficción que una empieza a interesarse por conocer más de la
historia real, de fondo.
-Hace poco volviste a Guatemala. Cuéntanos sobre esta
visita…
-Esta segunda visita tuvo como objetivo presentar la
novela en el país que la inspiró. Y claro, también ha sido motivo para
disfrutar de los amigos que tengo allá. En este viaje he podido observar que
persisten grandes silencios para abordar la violencia del pasado, tal vez
porque la impunidad está demasiado extendida, y para muchos está normalizada,
de modo que una cantidad extrema de delitos aberrantes permanecen sin justicia
y son negados o calificados como simples excesos.
Con más de 200.000 muertos y
desaparecidos en situaciones de violencia política, ¿es plausible hablar de
excesos? La desigualdad y la exclusión de las poblaciones indígenas sigue
siendo lacerante, y los índices de violencia ciudadana del presente son
elevadísimos. Pero al mismo tiempo, Guatemala no deja de expresar una riqueza
cultural y una belleza natural alucinante; ni tampoco deja de alumbrar a
cantidad de hombres y mujeres que realizan trabajos extraordinarios a favor de
la justicia, la paz, el arte, la educación, la lucha contra el racismo, la
protección del medioambiente contra la voracidad de instituciones depredadoras,
o la sanación de las heridas provocadas por la violencia. Y hacen todo esto con
enorme valentía, pues muchas veces esto les lleva a recibir amenazas o poner en
riesgo la vida.
Yo me he implicado con Guatemala por todo eso, y porque la
experiencia de este país te devuelve a la humildad, al recordarte que ser escritor
es algo interesante, pero que la verdadera grandeza se manifiesta en muchas
otras personas que manteniendo un perfil bajo, incluso anónimo, sin presencia
en los medios, sin facebook ni otras redes sociales, hace una labor humana
inmensa y obstinada por hacer del paisaje de nuestro mundo algo más limpio, más
vital.
-La novela la presentaste en Perú, España, Colombia,
Chile, y ahora Guatemala. ¿Cómo ha sido recibida en estos países?
-España es un pendiente para el año que viene y será
muy importante, pues fue mientras vivía , en 2009, cuando escribí en un delirio
de investigación y redacción el primer borrador de esta novela, y porque fue en
España, hace 20 años, cuando pude conocer por primera vez los pormenores de la
tragedia guatemalteca que me motivaron más tarde a escribir “El bosque de tu
nombre”. España es además un gran reflector para la literatura en castellano.
En el Perú la novela ha recibido muy buenas críticas y va logrando ese
beneficio que otorgan los lectores al promocionarla por el “boca a boca”.
Quienes han leído la novela en Colombia y Chile también me han dado opiniones
alentadoras. Pero ahora viene el desafío mayor, el efecto que pueda o no tener
en Guatemala.
-¿Qué expectativa tienes sobre el “El bosque
de tu nombre” en Guatemala?
-Quienes ya la han leído me han dado comentarios muy
positivos y les resulta interesante que
la historia de Guatemala sea retratada en la novela desde la perspectiva de una
escritora y un personaje narrador que van descubriendo esa historia desde
fuera, con miradas distintas a quienes la han vivido desde dentro. También les
llama la atención que me haya enfocado más en la violencia de los años 50 y 60,
que fue atroz, pues la violencia que más se ha abordado y conoce dentro y fuera
de Guatemala es la de los años 80, porque fue aún más descarnada y masiva. Toca
esperar la opinión de los nuevos lectores guatemaltecos.
-Pasando al tema de tu sello editorial, ¿qué te
llevó a constituir Ceques que ya tiene más de un año de vida?
-Ceques Editores surgió hace un año y medio con la
complicidad y el apoyo de dos socios, y el aliento de varios amigos. Vivimos un
momento de eclosión de editoriales independientes en el Perú, especialmente en
Lima. Desde Cusco veíamos necesario sumarnos a ese impulso con un ánimo
descentralizador, y hacerlo en varias áreas que nos apasionan además de la
Literatura, y que son temas fuertes en el sur andino: Historia, Arqueología y
Antropología andina. A futuro, esperamos también aportar con buenos títulos en
Arte y Medioambiente.
-¿En qué países y en que ciudades locales (Perú)
distribuyen sus títulos?
-La distribución es una de las tareas más complicadas.
Por ello, distribuimos en tres librerías especializadas de Cusco y en otras
tres de Lima. En Madrid se pueden encontrar en la librería Iberoamericana; en
Santiago de Chile en Metales Pesados, y desde hace un mes están disponibles en
Sophos, la librería más grande de Guatemala. Por ahora, la distribución fuera
del Perú se logra de manera más personal; a través de nuestros viajes o el de
amigos que nos apoyan con esta labor.
-De otro lado, hace poco estuviste en la Feria del
Libro de Guadalajara-México. Nos puedes hablar sobre esta visita.
-Fui a la FIL de Guadalajara para presentar el título
más internacional de Ceques, la antología de relato y cuento iberoamericano
“Cusco, espejo de cosmografías”. La habíamos presentado en agosto en la FIL de
Lima y en noviembre en la FIL de Cusco. Presentarla en Guadalajara ha sido una
gran oportunidad, por ser la mayor feria del libro en idioma castellano. De
otro lado, el 1 de diciembre participé
junto con otros cuatro escritores en una mesa sobre el estado de la literatura
y las nuevas editoriales en América Latina.
-Este 2014 publicaron dos títulos de suma importancia y
aporte. Por un lado está Gregorio Condori Mamani - Asunta Quispe Huamán,
autobiografía, un hito en el tema de oralidad y antropología andina. ¿Cuál ha sido el impacto de este título?
-A principios de año publicamos también el último libro
del conocido arqueólogo e historiador Brian Bauer (et al) sobre los terribles
desencuentros religiosos y políticos entre incas y españoles en el reino de
Vilcabamba en el siglo XVI. La nueva edición de Gregorio Condori, cargador de
los mercados del Cusco, y de su compañera, Asunta Quispe, supuso cumplir uno de
los sueños con los que nos lanzamos a la creación de Ceques Editores. Como has
mencionado, es una autobiografía clásica de la Antropología y la Oralidad Andina
que pudo salir a la luz gracias al trabajo de dos grandes antropólogos
cusqueños, Ricardo Valderrama y Carmen Escalante. Tras la primera publicación
bilingüe castellano-quechua en 1977, se hicieron tres reimpresiones hasta 1991;
luego el libro fue traducido y publicado en alemán, inglés, japonés, holandés,
noruego y polaco; pero no se había vuelto a publicar en el Perú; pese a ser tan
conocido y referencial, y pese a ser un testimonio de una belleza y una dureza
impactantes, que atrapa la sensibilidad no solo de especialistas, sino de
cualquier lector.
Para esta nueva edición nos parecía muy importante incorporar
el nombre de Asunta al título (antes solo aparecía el nombre de él) y que la
edición fuera completamente bilingüe; es decir que no solo la autobiografía de
Gregorio y Asunta aparecieran en quechua y castellano; sino también el prefacio
de Tom Zuidema, y el antiguo y el nuevo prólogo de Ricardo Valderrama y Carmen
Escalante (que han sido traducidos al quechua). Además, el libro incluye
fotografías actuales de cargadores de los mercados del Cusco.
-Sobre la antología de relato iberoamericano
“Cusco, espejo de cosmografías”. ¿Por qué es importante estrechar lazos con
tus pares tanto de la Región como de otros continentes ?
-Creo que la última década ha dado lugar al surgimiento
y reconocimiento de un gran número de nuevos autores remarcables en el espacio
compartido por América Latina y España; sin embargo, fuera del círculo de
escritores y lectores conspicuos de literatura, en el Perú varios de ellos no
han sido leídos, aun cuando son ya consagrados y viven en países vecinos.
Lanzar una antología como esta significaba reflejar a través de un libro a esos
ceques que partían en diversas direcciones del mundo desde el antiguo Cusco
incaico; y al mismo tiempo, era una manera de invitar al público a aproximarse
a la variedad de relatos y estilos literarios de 16 grandes autores de 16
países distintos, todos nacidos a partir de 1960. Ha sido como presentar un
bufet exquisito que ofrece una diversidad de sabores, con el deseo de que los
lectores puedan disfrutar de todos ellos o al menos encontrar algunos o muchos
que les motiven a ampliar esas lecturas.
-¿Qué opinas sobre el desenvolvimiento de las
editoriales independientes en el Perú?
-La mayoría de ellas está haciendo un trabajo estupendo
y cargado de amor al arte pues el público lector en nuestro país sigue siendo
escaso. Asimismo, en los últimos años, muchos de los títulos más celebrados por
los críticos y por el mismo boca a boca de los lectores viene de estos sellos
independientes que abordan la labor quijotesca de enfrentar a “molinos
gigantes”, como las dificultades para distribuir, o la fuerte oferta que recibe
el público de autores de la farándula o de libros que se venden como manuales para ser feliz, que son los que
venden más; como si la felicidad fuera una pastillita y no se la pudiera
encontrar en el gozo de sentirse un ser capaz de volar cada vez que uno se ve
desafiado, cuestionado o exprimido por una narrativa original.
-Ya que este 2014 has realizado una serie de viajes que
han tenido que ver con tu participación en Ferias Internacionales de Libros,
¿cómo observas el trabajo de los sellos independientes comparado con otros
países de la Región como Colombia y Chile, por ejemplo?
-La eclosión de editoriales independientes de calidad
se está dando en todo el espacio iberoamericano; porque también está ocurriendo
en España, Argentina, Ecuador, México... Es curioso ver que así como por un
lado se da una tendencia mercantil y homogeneizadora que parece fagocitarlo
todo; por otro surgen tantas editoriales independientes de gente que apuesta
por autores o temáticas menos comerciales pero con gran potencial (en palabras
de Carlos Fuentes podríamos decir que apuestan por el “long seller” en lugar
del “best seller”).
Aunque también habrá que pisar tierra para aprender en el
camino el deber de ser sostenibles y no perecer rápidamente por falta de
recursos. De otro lado, hay que decir que en medio de esa eclosión, no todo es
trigo brillante, pues hay editoriales independientes que cuidan muy poco del
proceso de edición, y hay algunas que dan cobertura a quienquiera ofrezca pagar
por esos servicios, sin revisar la calidad de lo que se vaya a publicar. Aun
así, tengo la impresión de que la mayoría de editoriales independientes está
apostando por la calidad y la originalidad.




