Directora estrena "Como castigo por mis
pecados" este 01 de mayo en el Teatro Mocha Graña
Bajo la
ilusión de una conferencia en la que el exitoso psicólogo Ezequiel García,
especialista en autoayuda, presenta su libro, la obra combina el lenguaje
poético y el más irreverente e irónico humor. La reflexión sobre todo lo que el
amor nos hace hacer y padecer se ve representada desde la verdad del texto
realista, desde la música y desde el código del humor absurdo.
Al respecto charlamos con Nani Pease quien en la
presente intervú nos cuenta algunos detalles del montaje.
Foto: (Nos)otros teatro
-Nani, cuéntanos sobre esta nueva propuesta teatral y este desafío de
dirigir una obra de teatro por primera vez…
-En estos momentos estoy dirigiendo
"Como castigo por mis pecados". Es mi primera experiencia en la
dirección teatral. He querido dirigir siempre. Nunca encontré el valor para
hacerlo. Admiro y respeto mucho el oficio de la dirección teatral.
-¿Cómo decides asumir la dirección de esta obra?
-Simplemente llegó el momento. Este es
un texto maravilloso que conozco muy bien. Estuve al tanto durante todo su
proceso. La obra es del actor y dramaturgo Tirso Causillas, uno de los
seleccionados del programa Sala de Parto 2014 por la obra “Financiamiento
desaprobado…”
-Podrías ahondar sobre la obra. ¿En qué
circunstancias llegas a ella?
-Sí. La escribió Tirso Causillas cuando
estuvo en el Grupo Espalda de Bogo. Con este colectivo hicieron tres funciones
en la Casa Yuyachkani. Después de ver la obra sentí deseos de trabajarla. Le
comenté a Tirso cómo la trabajaría y me dio la oportunidad de hacerla. En el camino
siguió trabajando sobre ella y terminó estando muy distinta a la primera
versión. La acción dramática se mantiene así como la idea de los personajes también.
De otro lado, hemos tenido un mes de exploración con los actores y a partir de ahí se ha nutrido esta
experiencia también.
-Es una obra que ironiza sobre el amor convencional ¿no?
-Sí. El tema nos compete a todos. Es
creer versus no creer en la posibilidad del amor absoluto. Este tema se ha manejado
en un contexto de absoluta ironía. El protagonista es un prestigioso psicólogo
de autoayuda y ha escrito libros sobre el amor, el amor absoluto, y el creer en
él. Pero luego descubrimos que algo pasó en su vida con lo cual se registra un
punto de quiebre y escribe un nuevo libro y, sobre la base de este, prepara una
conferencia donde destroza la idea del amor romántico. Tiene frases
inteligentes las cuales te enrostran todo este tema de creer en el amor y
entregarse a él. Hay un músico que narra musicalmente lo que va sucediendo y
dos personajes que son su “power point” y que representan lo que él va diciendo
y le dan la vuelta y al final hay un conflicto entre ellos que ver si triunfa
en amor o no.
Foto: (Nos)otros teatro
-¿Estamos hablando de una comedia?
-En esta obra Tirso ha mezclado este
código de comedia irónica con unos poemas maravillosos de una verdad, de un
dramatismo que contrastan con el código cómico. La obra ha implicado muchos
desafíos y también tiene un aspecto musical muy fuerte.
-¿Cómo has logrado integrar todo esto?
-Hemos trabajado en paralelo los dos
aspectos. Primero, hicimos lecturas y
después empezamos a explorar en torno a ellas. Cada uno de los actores ha
aportado desde su formación como tal. Estamos ante una comedia terapéutica
sobre la imposibilidad de zafar del amor. Tú llegas a una conferencia y se
desarrollan situaciones referidas a estos temas. Me gustó mucho esta propuesta
del código de conferencia.
-El montaje cuestiona el amor clásico, el amor sensiblero…
-La obra juega con todos los clichés
del amor romántico y nos pone a pensar sobre cuánto nos acercamos y alejamos a
estos.
-¿Has trabajado de la mano del dramaturgo?
- El director tiene que honrar el
texto, las palabras del autor. En este trabajo conjunto he tratado de respetar
el texto del dramaturgo mientras el dramaturgo me daba libertad plena para
trabajarlo. Como actores, nosotros hemos trabajado mucho juntos en los últimos
años y nos llevamos muy bien. Diseñamos el proceso de los montajes juntos, por
ejemplo.
-¿Qué nos puedes decir sobre tus protagonistas?
-Ezequiel García, el psicólogo gurú del
anti amor es Tirso Causillas, Ángel Valdés y Gabriela Coloma son los actores que
acompañan a Ezequiel en este proceso de dictar esta conferencia referida a su
libro y el Loko Pérez es el músico en escena.
-Observo
que tu elenco está conformado por actores de diversas canteras…
-¡Sí! Todos tenemos en común la escuela
de Ópalo. Todos nos hemos conocido en un taller de Jorge Villanueva. Fabiola ha
trabajado en impro y en clown. Ángel, Tirso y quien te habla nos hemos formado
en talleres más centrados en el realismo psicológico. Tenemos en común el
lenguaje de la acción para el análisis del texto. En una primera etapa hemos
roto con todas estas escuelas, esta formación. Empezamos con la irracionalidad
del clown, el juego y lo lúdico. Nuestro primer ejercicio es no pensar. Lenguajes
que dialogan. No he sentido ningún conflicto. Lo bueno de esta experiencia es
que estoy trabajando con actores amigos con los cuales me siento cómoda.
-El nombre es atípico para una puesta en escena, ¿no?
-El nombre es del libro de Ezequiel “Y Dios
creó el amor como castigo por mis pecados”. Algo así como “Los hombres son de Marte
y las mujeres de Venus”. Textos que venden de manera directa aquello que están
tratando de denunciar. Es un libro de denuncia. La obra pasa por cuatro
momentos del amor. La soledad, la búsqueda, el encuentro…
Foto: (Nos)otros teatro
-¿Cómo ha sido este proceso de pasar de actriz a directora?
-Progresivo como todo. La dirección ha
sido una de mis metas desde mi labor como actriz. Desde mis inicios en los
noventas, trataba se seguir y acompañar los procesos de directores que admiraba
para aprender como hacían. Últimamente me he preparado a través de lecturas. Estoy
pegada ahorita con Anne Bogart, esta directora maravillosa que dirige la
Escuela de Drama de Columbia de Nueva York. Este proyecto tiene mucho tiempo
cuajando. El aprendizaje es continuo. Estamos aprendiendo.
-¿El trabajo en conjunto con el dramaturgo ayuda en todo este proceso?
-¡Por supuesto! En “Las crías tienen
hambre” hicimos un trabajo parecido. En aquella oportunidad Jano Clavier tenía
trabajadas solo algunas escenas y fuimos Tirso y yo leyendo y conversando y el
escribiendo y reescribiendo. Nosotros veníamos de culminar La niña fría, una
obra tan dura y deseábamos otra hacer otra cosa. Trabajar en esta comedia
agridulce sobre la adultez nos enriqueció mucho.
-La obra es una propuesta independiente y se estrenará en una sala de
teatro no convencional y sin grandes presupuestos. ¿Cómo observas el arduo
trabajo independiente?
-Es el espacio más interesante en donde
los actores y directores que no contamos con grandes presupuestos o sponsor
desarrollamos un trabajo actoral, de
dirección, producción, interesante y de primer nivel. Si bien estuve fuera
muchos años por un tema de estudios, retornar y encontrarme con una serie de
espacio como El Galpón, por ejemplo, en donde se hace teatro con mucho
profesionalismo me dejó sorprendida.
En los noventas y con todo este problema
de la Guerra Interna y la crisis económica el teatro atravesaba una etapa
complicadísima. Ahora tenemos Escuelas de formación, talleres, y un teatro
independiente sumamente interesante, transgresor, con propuestas estéticas que
le dicen a Lima algo diferente. Particularmente, observo toda esta movida como
una gran apuesta, una alternativa que poco a poco gana espacio y
reconocimiento.
-¿Crees que el teatro alternativo se ha convertido en una herramienta para
gritar las taras de nuestra ciudad?
-Quisiera pensar que sí. Observo mucho
contenido político en las obras independientes. Cuando la obra es buena el
público llega. He observado sala llena un miércoles en la AAA. El público desea
que le muevan el alma y lo motives a cuestionar. Esa transgresión del teatro
independiente me agrada.
-La dramaturgia contemporánea incluso se está encargando de estas temáticas
transgresoras…
-Me da mucha esperanza este crecimiento. Contar
con una dramaturgia peruana contemporánea implica mirarnos de manera clara.
Nuestros referentes son más relevantes. Con esto no quiero decir que debemos
desechar el teatro universal pero el local nos confronta y nos permite
reflexionar. Las iniciativas privadas en pos de este desarrollo son
importantes. Igual el aporte del maestro Alonso Alegría con su Vivero de
dramaturgia y de Mariana De Althaus también se compromete mucho con sus
alumnos.
-¿Apuestas por las dramaturgias locales o internacionales?
- Si tengo que elegir entre una obra
peruana y una universal me provoca más una obra local. La dramaturgia local
debería ayudarnos a mirar una serie de temas a través de los cuales nos podamos
reconocer. Conforme la dramaturgia se descentralice más rica en temáticas será.
Me parece importante el trabajo de Mariana, con sus obras testimoniales, lo
mismo con Eduardo Adrianzén.
La Cautiva es un buen esfuerzo sobre el tema del
conflicto armado interno. Si bien estamos trabajando en estas problemáticas nos
falta mirarnos más. A nivel de país estamos preparando un camino para el
cambio. El tema de la Unión Civil por ejemplo, hace un par de años sería
impensable y el teatro por su parte hace lo suyo y da cuenta de todos estos
cambios.
-¿Seguirás en la actuación?
-¡Claro! En agosto participo en un
proyecto como actriz. En esta oportunidad Tirso me dirigirá. Es un drama
familiar muy fuerte y se llama Málaga.
Foto: Rosana López Cubas
Temporada: del 01 al 31 de mayo
Funciones: de viernes a domingo a las
8:00 pm
Mocha Graña de Barranco