Actor, dramaturgo y director teatral de vuelta por Lima estrena
Edipo este 24 y 25 de abril en el Auditorio de Miraflores
Fotos: Rosana López y Walter Ventosilla
Figura del teatro peruano de los ochentas: Walter Ventosilla retorna a Lima
después de cuatro años en que nos presentó el montaje Oh Yantay. Ahora estrena la versión unipersonal de Edipo Rey protagonizada por la actriz
dominicana Emely Grisanty, quien nos mostrará la tragedia a través de ocho
personajes de los cuales siete son masculinos.
Walter es el gran teatrista peruano quien destacaría en nuestro país durante la década de los ochentas por ser director del recordado Grupo Setiembre, que conjuntamente con Yadi Collazos y otros actores
se distinguió por representar excelentes puestas llenas de peruanidad y
compromiso.
El destacado director viene procedente de la ciudad de Nueva York, donde
reside por más de 10 años y desempeña una valiosa labor de escritor, dramaturgo
y pedagogo teatral. Sobre este y otros temas en la presente entrevista con Lima
en Escena.
-Walter hace cuatro años estrenaste en Lima la puesta Oh Yantay! Ahora haces lo propio con Edipo con
la singularidad que será una actriz la intérprete de ocho personajes…
-Sí. Te cuento. Fue casual trabajar con una actriz un clásico como Edipo.
En Nueva York, ciudad en donde resido, con un grupo de
compañeros formamos la compañía de teatro Guacamolink Performing Arts. Llegó un
momento en el que contaba solo con actrices. Incluso hice algunas obras en
base a ellas.
Charlando con la actriz Emely Grisanty sobre qué obra montaríamos
surgió la idea de hacer Edipo en un unipersonal interpretado íntegramente por
ella. La principal interrogante de la actriz fue cómo hacer Edipo si la única
mujer de la obra es Yocasta. “No hay
problema” le dije. Le comenté que
hace algunos años durante una gira internacional estrené en Lima Oh Yantay con un elenco mixto y los actores
y las actrices intercalaban personajes femeninos y masculinos. El tema es
asumir la actuación con placer.
-Para este unipersonal de
Edipo, ¿adaptaste el texto original?
-Claro. Hemos trabajado las atmósferas de los personajes estudiándolos a
cada uno. Qué significa Edipo y qué hay más allá de cada sujeto. Luego empezamos con las improvisaciones. En
base a estas he ido adaptando el texto. Una especie de juego de
ping-pong, si cabe la expresión. Adapté el texto clásico buscando otro ritmo.
Una tragedia griega tiene un ritmo definido y una secuencia narrativa, sin embargo, ahora podemos contar la misma historia de otra
manera.
-¿Más a tono con los momentos
actuales?
-Lógico. Ahora podemos buscar otras significaciones rítmicas a los textos
originales. Un texto de veinte líneas, por ejemplo, podemos comprimirlo en dos y
a su vez generar significados; en otras palabras, una sinopsis de cada párrafo.
En base a esta sinopsis creamos un nuevo argumento en el que incluyo un nuevo personaje.
-Incluir un nuevo personaje es
parte de tu aporte a la adaptación de Edipo
-¡Por supuesto!
-Estas desbaratando el texto de un
clásico griego. ¿Es una manera de refrescar su dramaturgia?
-No estoy desbaratando a Sófocles. En esta adaptación rompo con la estructura de la dramaturgia clásica más no con la historia. He respetado la
geografía, la época y el estilo. Edipo es una clásico griego que se pone en
todos los escenarios del mundo. Lo hacen las compañías americanas, inglesas, griegas,
peruanas, en fin. Cada elenco cuenta con una versión pero la historia es la
misma. Sabemos cuál es la historia y en qué va a terminar. Edipo lucha contra
su destino, se arranca los ojos, en fin. Yocasta en la versión de Sófocles se
ahorca. Hay otras versiones también.
-En las otras versiones de la que
acabas de mencionar. ¿Cuál es el final de Yocasta?
-Edipo es una obra muy
antigua. Sófocles no es el autor de Edipo. Él tomó la historia antigua, la
recreó e hizo su propia versión. Hay otros dramaturgos más antiguos que
hicieron Edipo y Yocasta no muere ahorcada sino envenenada.
-¿De qué manera has enriquecido el
trabajo escénico de tu actriz que en este Edipo se desdoblará en ocho
personajes?
-Emely es una actriz dominicana formada en un taller que empecé hace cinco
años en la Escuela de Teatro en la ciudad de Nueva York. Ella sigue un proceso
propio y se apoya en una pedagogía de actor que he creado a través de todos
estos años como profesor de teatro. La misma forma parte del libro “Consciente
e inconsciente del actor” en el que hablo sobre cómo
desaparecer al actor en beneficio del personaje.
El personaje es otro ser humano que
camina paralelamente al actor. En medida en el que el personaje aflore
desaparece el actor. Con este planteamiento ella puede trabajar cada condición humana de los personajes
con sus propias estructuras emocionales. El trabajo de Emily parte de la
creación de ocho seres humanos a los cuales ella se va introduciendo y mostrándolos.
-¿Cómo definirías a tu Edipo?
-En primer lugar un reto
desde el título y todo lo que implica una gran tragedia como Edipo Rey en la
historia, no solo del arte teatral sino de la humanidad en tanto referente de
un tipo de conducta emocional o complejo en el terreno del psicoanálisis. Y un
reto en tanto dramaturgia de autor, director y actor, en este caso, actriz.
El Edipo que subimos a escena es ese pretexto que el teatro universal, antiguo y clásico, pone en manos de las propuestas modernas para seguir existiendo vía nuevos lenguajes, tanto textuales en las adaptaciones, como en la propuesta visual y a la vez interior en la construcción de los múltiples personajes que ofrece y que asume un actor.
El Edipo que subimos a escena es ese pretexto que el teatro universal, antiguo y clásico, pone en manos de las propuestas modernas para seguir existiendo vía nuevos lenguajes, tanto textuales en las adaptaciones, como en la propuesta visual y a la vez interior en la construcción de los múltiples personajes que ofrece y que asume un actor.
Nuestro Edipo es el reto a una
actriz que cuenta sola, amparada en sus propios recursos físicos y preparación
emocional, ese inmenso mural de una tragedia clásica asumiendo siete personajes
masculinos y uno femenino desde la construcción de ocho seres humanos
diferentes llamados comúnmente personajes.
Edipo es la concreción de una historia consabida en la estructura humana de una actriz y sus ocho instancias de existencia en un solo espacio, donde cuenta la historia desde el primigenio discurso oral, aun más antiguo, que la propia tragedia creada como recurso de la memoria de los pueblos.
Edipo es la concreción de una historia consabida en la estructura humana de una actriz y sus ocho instancias de existencia en un solo espacio, donde cuenta la historia desde el primigenio discurso oral, aun más antiguo, que la propia tragedia creada como recurso de la memoria de los pueblos.
-¿Qué percepción te deja este desenvolvimiento de una
actriz asumiendo un clásico en una interpretación unipersonal?
-Más que una percepción, el convencimiento de
que cualquier trabajo técnico en la interpretación de un personaje, en este
caso un unipersonal, deja de ser un barniz cuando la preparación y el
entrenamiento de una actriz se convierten en la sangre que corre por las venas
al asumir al personaje, o los personajes, como el otro ser humano que: como un
dios de la escena, el actor/actriz debe de crear sobre el terreno de ese
espacio universal del teatro donde la vida encuentra su mejor espejo para
entenderse a sí misma.
Estoy sumamente complacido y admirado por el trabajo y el detalle en la interpretación de toda la tragedia griega de Edipo Rey realizada por la joven actriz Emely Grisanty, un reto que incluso muchos actores con años de experiencia serían reticentes a aceptar, y me consta.
Estoy sumamente complacido y admirado por el trabajo y el detalle en la interpretación de toda la tragedia griega de Edipo Rey realizada por la joven actriz Emely Grisanty, un reto que incluso muchos actores con años de experiencia serían reticentes a aceptar, y me consta.
-Walter, ¿por qué insistir en
poner un clásico en escena?
-Porque es difícil. No es fácil. Estrenar un clásico siempre será un desafió creativo. Es volver a nuestros orígenes en el teatro. Podemos convertir este
reto en una propuesta teatral tan dinámica como lo fue en su época.
-Llevas en el teatro más de cuatro
décadas. ¿Cómo has logrado trabajar este nervio actoral en tus alumnos a través
de los años?
-Llevo alrededor de 43 años en el teatro. Hace 20 vengo dándole vueltas a
una pedagogía. Hay un estudio de por medio. Desde los griegos, el teatro
oriental, el contemporáneo, en fin. Siempre me focalicé en el estudio e investigación del
personaje. Como actor, dramaturgo, director y la creatividad es lo más
importante. Hay muchos actores que son muy técnicos. Los actores de hoy aprenden a actuar y punto.
En el trabajo teatral eso no basta.
Darle vida a un personaje es crear una estructura exactamente como la del individuo humano. A partir de esta intencionalidad busco cómo llegar a los trabajos de entrenamiento para ir centrándome en las emociones o el proceso emocional. El tema es cómo creo la autoestima del actor que va a crear a un ser humano.
Darle vida a un personaje es crear una estructura exactamente como la del individuo humano. A partir de esta intencionalidad busco cómo llegar a los trabajos de entrenamiento para ir centrándome en las emociones o el proceso emocional. El tema es cómo creo la autoestima del actor que va a crear a un ser humano.
-Harás una gira por el interior
del país con Edipo. ¿Cuándo estrenas?
-Estrenamos el 24 y 25 de este mes en el Auditorio de Miraflores. Después
haremos una gira por la ciudad de Huaraz. Luego nos presentaremos en el Cuzco.
A nuestro regreso nos vamos a Cajamarca.
-Antes de terminar, ¿qué
es del Walter escritor?
-Le he cedido más tiempo al teatro. Sigo trabajando en narrativa. Preparo
un nuevo libro de cuentos. Formé una editorial con la cual publicamos libros a
autores hispanoamericanos y hago trabajo de edición. Justo estoy trabajando con
un autor cubano un libro sobre los primeros días de Fidel en el poder.
Sobre Walter
Ventosilla
Es autor reconocido con cerca de
40 años de experiencia en el teatro. Cuenta con alrededor de 30 obras escritas
y representadas en New York, Perú y en otros países de América Latina. Ha
trabajado con grupos de teatro independiente y profesional en Perú, Francia y
EEUU. Como pedagogo teatral tiene amplia experiencia dirigiendo a grupos de
niños, adolescentes y adultos.
Ha dirigido por cinco años
consecutivos (2008-2012), en la ciudad de New York, la escenificación del Inti
Raymi, La Fiesta del Sol, que se representa con cerca de 50 actores de la
comunidad hispana. Ha publicado Cuentos de Tierra y Eucaliptos (1982), Asunción
(1994) y la novela Luis bandolero Luis (2005). Aparece antologado en el libro
En el Camino, Nuevos Narradores Peruanos de la Generación del 80 y en la Antología
General del Cuento Peruano 1900 – 1990.
En 1987 fue elegido como uno de los diez jóvenes creativos más
representativos del Perú.
A partir del 2012 conduce los
laboratorios de preparación del actor con Guacamolink Comunidad de Performing
Arts como pedagogo y director escénico. Actualmente está terminando su libro de
pedagogía teatral titulado “El Consciente Inconsciente del Actor”.